Los líderes más efectivos son los que piensan y actúan de forma sistémica, observando el panorama general en lugar de dividirlo en partes aisladas. El líder sistémico comprende que él y sus equipos forman parte de un sistema mayor que se llama organización, que a su vez incluye al sistema de clientes, en donde las acciones de cada elemento impactan en el todo. Su trabajo consiste en construir vínculos y proveer a los equipos de una visión integradora y delega ampliamente en sus equipos, porque los considera sabios y creativos, capaces de encontrar las soluciones y respuestas a sus necesidades.